- Los pacientes con cánceres hematológicos son un grupo de población particularmente vulnerable al coronavirus a causa de la inmunodepresión que a menudo padecen.
Barcelona, 22 de diciembre de 2021. El Hospital Universitario Vall d’Hebron y Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIO) han publicado un estudio en la revista Blood Advances, de la Sociedad Americana de Hematología, que analiza la respuesta humoral (anticuerpos producidos por linfocitos B) y celular (linfocitos T) en pacientes con cánceres hematológicos después de recibir la segunda dosis de la vacuna mRNA-1273 (Moderna) contra el SARS-CoV-2.
Los pacientes con cánceres hematológicos son un grupo de población particularmente vulnerable al coronavirus a causa de la inmunodepresión que a menudo padecen. Esto se ha traducido en una mayor afectación por la COVID-19 y una menor tasa de producción de anticuerpos tanto después de la infección como de la vacunación, especialmente en pacientes con cánceres hematológicos que afectan a los linfocitos B. Por este motivo es de particular relevancia analizar su protección inmunológica después de ser vacunados tanto en cuanto a los anticuerpos como la inmunidad celular, puesto que esta inmunidad también tiene un papel relevante al mitigar la enfermedad, a pesar de ser más difícil de estudiar.
El estudio fue realizado en un total de 270 pacientes diagnosticados de neoplasia linfoide (linfoma, mieloma múltiple y leucemia linfática crónica principalmente) y en pacientes sometidos a trasplantes de células madre hematopoyéticas (trasplante de médula ósea) de 2015 a 2021 en el Servicio de Hematología y Hemoterapia que aceptaron formar parte. El estudio de Vall d’Hebron confirma unas tasas generales de respuesta humoral y celular a las enfermedades hematológicas del 76,3% y del 79% respectivamente.
En pacientes con neoplasias linfoides se observó una respuesta humoral (anticuerpos) en el 67% de los pacientes, mientras que la respuesta celular fue positiva en el 81%. Específicamente, en los pacientes con diagnóstico de linfoma que habían recibido anti-CD20 en los últimos 6 meses la respuesta humoral era solo del 17%, mientras que la celular era mucho más buena, del 70%. Un 60% de los enfermos hicieron solo respuesta celular, un 10% las dos y un 23%, ninguna. En pacientes con leucemia linfática crónica en tratamiento con anti-BTK (que también afecta los linfocitos B) la respuesta humoral fue del 86%. En estos enfermos la respuesta a la vacuna está fuertemente relacionada con los niveles de linfocitos T y B en el momento de la vacuna.
En los pacientes que habían recibido un trasplante de células madre se observó respuesta humoral en un 81%, mientras que el 73% tenían respuesta celular, que estaba especialmente reducida en los pacientes afectados por la enfermedad de injerto contra el huésped (55%). Dentro de este subgrupo de pacientes, un 29% tenían solo respuesta humoral, un 52% las dos y un 19% ninguna. La respuesta también estaba relacionada con los niveles de linfocitos T y B en el momento de la vacuna.
“Nuestro estudio demuestra que a pesar de tratarse de pacientes inmunodeprimidos a causa de sus tratamientos contra los cánceres hematológicos que sufren, tienen una buena respuesta celular a la vacuna, hasta ahora poco estudiada. En una segunda fase queremos analizar la aplicación clínica de esta respuesta celular”, expone el Dr. Pau Abrisqueta, médico adjunto de hematología y coordinador de la Unidad de Linfomas de Vall d’Hebron, que agradece la colaboración de los pacientes que sufren cánceres hematológicos al ofrecerse a participar en el estudio de forma voluntaria.
Factores a valorar de cara a planificar la vacunación
El estado inmunológico basal en el momento de la vacuna, así como tener un tratamiento hematológico activo y haber recibido terapia anti-CD20 durante los últimos seis meses estaban asociados a una respuesta humoral más baja. En cambio, ser mayor de 65 años, que la enfermedad todavía esté activa, sufrir linfopenia o recibir un tratamiento inmunosupresor para enfermedad del injerto contra el huésped están asociados con una respuesta celular disminuida. Estos factores tienen que valorarse de cara a reforzar las vacunas con dosis adicionales y planificar los calendarios de vacunación de SARS-CoV-2 de forma adecuada.