Barcelona, 21 de enero de 2022– El Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y el Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH) un año más, y ya van siete, han puesto en marcha un nuevo ciclo de talleres para pacientes con cáncer de mama. Se trata de una iniciativa a través de la cual se pretende ofrecer herramientas para afrontar esta enfermedad, así como formar a las pacientes en temas muy diversos relacionados con la patología, como pueden ser los aspectos físicos, emocionales y sociales. Este nuevo ciclo se inició en octubre, coincidiendo con el mes del Día Mundial del Cáncer de Mama, y se alargará durante gran parte del 2022. La coordinadora del ciclo será la Dra. Marta Capelán y los talleres estarán moderados por la Dra. Lucía Sanz. El ciclo de talleres volverá a contar este año con el patrocinio de Pfizer, a la que se suma iCROM, y la asociación Endavant Chic@s colaborará en su organización.
“Es importante que podamos ofrecer a las pacientes no solo la mejor calidad asistencial en el hospital, sino también darles herramientas, siempre basadas en la evidencia científica, que las puedan ayudar tanto en el manejo de los síntomas como en el de los efectos a largo plazo de los tratamientos recibidos”, explicó la Dra. Marta Capelán, quien resaltó también que es importante entender la salud como algo integral que afecta a todas las áreas de la persona tanto durante el tratamiento como una vez superada la enfermedad.
El ciclo anterior se cerró con una asistencia sostenida de 30 a 50 asistentes a cada uno de los talleres mensuales y las encuestas de satisfacción denotan la importancia de poder ofrecer este espacio a las pacientes y a sus familiares. Según Luisa Vázquez, presidenta de la asociación Endavant Chic@s, “estos talleres son importantísimos para llevar mejor todo el proceso de la enfermedad. La mayoría de las pacientes están muy agradecidas a estas charlas por la información que en ellas se les transmite, y sobre todo por el espacio que se ofrece a temas que no son los habituales que se tratan en la consulta y, además, es un espacio de comunicación para ellas”.
Novedades en el cáncer de mama metastásico
El primer taller que conformó este ciclo, en octubre, sirvió para hacer una revisión de las últimas novedades que se han presentado para el tratamiento del cáncer de mama metastásico. La Dra. Cristina Saura, jefa del Grupo de Cáncer de Mama del VHIO y jefa también de la Unidad de Cáncer de Mama del HUVH, fue la encargada de impartir dicho taller, donde además aprovechó para explicar los diferentes subtipos que existen de la enfermedad y apuntó como en un futuro se espera que esta clasificación todavía se diversifique más, a medida que se vayan descubriendo nuevos mecanismos del cáncer.
Tras esta pequeña introducción, la Dra. Saura pasó a desgranar las principales historias de éxito en el tratamiento del cáncer de mama metastásico de cada uno de los subtipos actuales: de receptor hormonal positivo, HER2 positivo y triple negativo. “En los últimos años gracias a la investigación realizada se ha avanzado mucho en los tratamientos de estos tres subtipos. Desde que se descubrió el papel que juega HER2 en esta enfermedad, se ha diversificado cada vez más el tipo de tratamiento según las características de cada tumor, y esto es solo el inicio del camino”, apuntó la Dra. Saura.
Así, durante su intervención expuso como el uso de tratamientos dirigidos, con la aparición de medicamentos como trastuzumab y más recientemente pertuzumab, ha cambiado sustancialmente el pronóstico de los tumores que sobreexpresan HER2, y se ha llegado a aumentar la supervivencia de estas pacientes hasta los 54 meses. “Ahora estamos frente a una nueva revolución con lo que se denominan conjugados anticuerpo-fármaco o ADC por sus siglas en inglés, en los que se une un anticuerpo a una quimioterapia para conseguir una unión selectiva con las células tumorales y minimizar así la toxicidad a la vez que se aumenta la eficacia del tratamiento”, añadió la Dra. Saura, quien explicó como en el último congreso de ESMO se habían presentado datos muy esperanzadores de uno de estos ADC, trastuzumab-deruxtecan, pero también otros avances como el de SYD985.
En el contexto de la enfermedad que expresa receptores hormonales positivos el gran reto está en aquellas pacientes que acaban generando resistencia al tratamiento inicial. La investigación llevada a cabo los últimos años ha permitido descubrir algunos de los mecanismos que explican estas resistencias y se han desarrollado distintas terapias que ayudan a contrarrestarlos. “El objetivo no es otro que retrasar en la medida de lo posible la utilización de la quimioterapia pensando en la calidad de vida de las pacientes”, apuntó la Dra. Saura. También destacó en este sentido el gran avance que está suponiendo el desarrollo de los denominados inhibidores de ciclina, como palbociclib, ribociclib o abemaciclib, que están permitiendo empezar en la mayoría de las pacientes con cáncer de mama metastásico una primera línea de terapia hormonal sin quimioterapia. Otros fármacos de los que también habló la Dra. Saura son los degradadores selectivos del receptor de estrógeno o SERD, de los que explicó como se está investigando si en algunos casos podrían llegar a mejorar el resultado del tratamiento hormonal. Otras mutaciones de interés son las de los genes PI3KCA o BRCA1 y BRCA2, relacionados con la reparación del ADN.
Por último, en referencia a los tumores triple negativos, que suponen entre 10 y el 12% de todas las pacientes, la Dra. Saura explicó que la inmunoterapia estaba logrando importantes resultados. En este sentido explicó como el tratamiento con pembrolizumab estaba consiguiendo mejorar tanto la supervivencia libre de progresión como la supervivencia general de las pacientes que expresaban PD-L1. “Nos queda todavía trabajo por hacer para saber qué pacientes son las que más beneficio pueden obtener de la inmunoterapia, ya que lo que toda esta investigación está dejando cada vez más claro es que el cáncer de mama es extremadamente heterogéneo, tanto dentro de un mismo tumor con diferentes mutaciones como a lo largo del tiempo al modificarse”, añadió la Dra. Saura.
El estrés crónico y cómo afecta a nuestra salud
Otro de los talleres que se han impartido dentro de este ciclo ha sido el que ha abordado cómo el estrés crónico afecta a nuestra salud, que ha corrido a cargo de la propia Dra. Marta Capelán. El estrés crónico se define hoy en día como todo aquello que desborda la capacidad de nuestro organismo de responder eficazmente a las demandas repetitivas que se mantienen en el tiempo y que superan los recursos personales y sociales del individuo.
“La experiencia de estrés crónico es eminentemente subjetiva. Lo que uno vive como un estímulo, otro lo puede vivir como una carga y un gran desafío. Por este motivo, ciertos rasgos de personalidad están íntimamente relacionados con una mayor propensión a padecer estrés crónico, como el hiperperfeccionismo y el sentirse dependiente o vulnerable a los comentarios, la aprobación y los juicios de los demás”, explicó la Dra. Capelán.
Además de los rasgos de personalidad, hay otra serie de factores que influyen en el estrés crónico, como la falta de previsión y de control o la incapacidad para dar salida a la frustración ante una situación amenazante o desbordante mantenida en el tiempo con carácter continuo. Se estima que uno de cada tres supervivientes con cáncer de mama experimentan un estrés crónico mantenido en el tiempo. “Este se desencadena ante una activación aberrante del sistema nervioso autónomo simpático y del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, que producen un aumento de la liberación de catecolaminas como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol, que son las hormonas mediadoras del estrés crónico. Esto incide en gran medida en la regulación a la baja del sistema inmune y del aumento de la inflamación crónica. Todo ello ocasiona manifestaciones clínicas de enfermedad”, añadió la Dra. Capelán.
En cuanto a la relación del estrés crónico y el cáncer, es preciso afirmar que no hay ningún estudio clínico que demuestre que el estrés crónico causa cáncer. Sí que hay estudios clínicos que ponen de manifiesto la relación y el factor de riesgo que existe entre el estrés crónico y el cáncer. “Diversos estudios clínicos demuestran que el estrés crónico modula procesos biológicos relevantes en el inicio y la progresión del cáncer tales como la disminución de la función del sistema inmune, la capacidad de angiogénesis, el aumento de la inflamación o la rapidez del acortamiento de los telómeros”, apuntó también la Dra. Capelán.
Además de estos talleres sobre las novedades en el tratamiento del cáncer metastásico y cómo afecta el estrés crónico a las pacientes de cáncer de mama, también se han llevado a cabo otros sobre cómo la menopausia puede afectar a la sexualidad de las pacientes de cáncer de mama y qué hacer para evitarlo, impartido por la Dra González, o para abordar el miedo a la muerte a través del mindfulness, liderado por Manuela Pérez. Los talleres se seguirán impartiendo hasta junio de 2022, y todos se realizarán de manera virtual.
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