- El Hospital Universitario Vall d’Hebron cuenta con un programa multidisciplinar para tratar mujeres embarazadas con cáncer de mama
- El principal objetivo del programa es informar correctamente a las pacientes para que puedan decidir si continuar o interrumpir el embarazo y sobre su tratamiento
- Desde 2001, hemos atendido 83 mujeres, 67 de las cuales siguió adelante con el embarazo. De estas pacientes, han nacido 72 niños y niñas, cinco fueron partos gemelares.
- El acto en el Tibidabo quiere dar visibilidad a que el diagnóstico de cáncer durante el embarazo, pese a ser poco frecuente, existe y se puede tratar en un centro altamente especializado como Vall d’Hebron
El cáncer no es una enfermedad que se coja como el virus de la gripe o una infección causada por una bacteria. Muy resumidamente, empieza con un grupo de células que escapan de los controles habituales del organismo y se reproducen descontroladamente. Y este guirigay puede tener lugar también durante el embarazo. A pesar de que el cáncer diagnosticado durante el embarazo es poco frecuente, se puede presentar en 1 de cada 3.000 embarazos, según datos de la Sociedad Americana del Cáncer.
Para dar visibilidad a esta realidad, el Hospital Universitario Vall d’Hebron y el Tibidabo han celebrado hoy un acto en el que se han reunido las familias de mujeres diagnosticadas de un cáncer de mama durante el embarazo tratadas dentro del programa de Vall d’Hebron. El acto ha empezado con unos parlamentos en la Plaça dels Somnis del Tibidabo y ha acabado con las familias disfrutando del resto del día en el parque de atracciones. El Dr. José Manuel Domínguez, subdirector asistencial de Vall d’Hebron, ha destacado que “para Vall d’Hebron es un eje estratégico seguir avanzando en el tratamiento de las mujeres con cáncer de mama. Como centro altamente especializado, ofrecemos a las mujeres con cáncer de mama gestacional una asistencia multidisciplinaria para tratar la patología y conseguir que el embarazo llegue a término si así lo desean”, ha explicado.
Un programa que atiende cinco pacientes de media cada año
El diagnóstico de un cáncer gestacional supone un impacto emocional para las mujeres y su entorno, pero lo primero que tienen que saber es que el diagnóstico no es necesariamente sinónimo de interrupción del embarazo. “El cáncer de mama se puede tratar durante el embarazo porque se puede hacer cirugía en cualquier momento y quimioterapia a partir del segundo trimestre”, pone de relieve la Dra. Cristina Saura, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). La prueba son los 72 niños que han nacido en este contexto en los últimos veinte años en el Hospital Universitario Vall d’Hebron.
Vall d’Hebron empezó a registrar los casos de mujeres embarazadas con cáncer de mama en el año 2001. En 2006m se constituyó un programa multidisciplinar para informar y hacer un seguimiento específico a las mujeres a las cuales se les diagnostica un tumor de mama durante el embarazo. En este tiempo, hemos tratado 83 pacientes, de las cuales 67 han estado madres y cinco de ellas tuvieron un parto gemelar. Once mujeres optaron por interrumpir la gestación después del diagnóstico de cáncer de mama y otras cinco sufrieron un aborto espontáneo durante el primer trimestre.
En estos veinte años de programa, de las 83 pacientes tratadas, un 70% vive, y 25 mujeres desgraciadamente han muerto a consecuencia de la enfermedad. César y sus cuatro hijos, que perdieron a su madre, Adriana, en 2014, dos años después de dar a luz, han dado voz a estas mujeres durante el acto de hoy. En el acto de homenaje, también han compartido su experiencia Ivana, que fue tratada con quimioterapia en 2016, cuando estaba embarazada de gemelos, y ahora está curada y acompaña a pacientes que acaban de ser diagnosticadas, y Joei, que tiene 13 años y vino al mundo después de que su madre, Inés, fuera diagnosticada y tratada con quimioterapia durante su embarazo. Finalmente, Teresa Portugal, una paciente tratada en 2015, ha querido leer una carta de agradecimiento a los y las profesionales de Vall d’Hebron, en la cual ha incidido en la idea que quiere visibilizar el acto, que el cáncer durante el embarazo se puede tratar. “Siempre que veo la cara de mi hijo pequeño, pienso en cómo estoy de agradecida. Recuerdo la primera visita con la Dra. Cristina Saura. Estaba muy nerviosa y tenía mucho miedo porque pensaba que me confirmaría lo que me dijeron en otro hospital en relación con el hijo que esperaba. Pero al escucharla, mis miedos se convirtieron en esperanzas (…) Gracias por mirarnos como personas y no como un número de una estadística. Gracias infinitas”, ha leído emocionada. A continuación, el equipo de Vall d’ Hebron ha sorprendido a las pacientes y sus familias con una canción creada por SiFaSol por esta ocasión.
Una realidad poco conocida
Durante el acto, la Dra. Cristina Saura ha enfatizado que la interrupción del embarazo nunca es una recomendación terapéutica en cuánto el tratamiento del cáncer: “El pronóstico del cáncer de mama es independiente de tirar adelante el embarazo. Todavía hay mucho desconocimiento entre las pacientes y los profesionales que no se dedican a estos casos tan específicos y por eso es importante hacer divulgación”, dice.
Cuando en Vall d’Hebron se diagnostica o llega un caso de una mujer con cáncer de mama, se incluye en el programa donde diferentes especialistas de Cirugía, Oncología y Obstetricia realizan una valoración para poder informar la paciente y la familia y ofrecer el tratamiento más adecuado. Se tiene en cuenta el momento del embarazo, el tipo de tumor y el estadio en el cual se diagnostica. El objetivo del tratamiento de una mujer embarazada con cáncer de mama es el mismo que cuando no está embarazada. “Ponemos todas las cartas sobre la mesa y valoramos qué es lo mejor para la madre y para la seguridad del bebé”, dice la Dra. Cristina Saura. “También explicamos las diferencias entre tratamientos si se sigue con el embarazo o si se decide interrumpir la gestación. Tirar adelante o no con el embarazo es una decisión personal, nunca una recomendación terapéutica. Nosotros informamos y acompañamos las pacientes y las familias en el camino que decidan seguir”, matiza el Dr. Martin Espinosa, Jefe de la Unidad de Patología Mamaria del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Vall d’Hebron.
El embarazo no es un factor de riesgo para el cáncer, todo lo contrario. El principal problema que se encuentran las mujeres embarazadas es que los cambios fisiológicos que se generan en los pechos durante la gestación puede dificultar el diagnóstico de un tumor. Por eso, ante cualquier sospecha se tiene que consultar a los y las profesionales para realizar los estudios complementarios oportunos.
Un tratamiento personalizado y multidisciplinar
A pesar de haber varias líneas de investigación para ver si biológicamente este tumor en las mujeres embarazadas es diferente, por ahora, se etiqueta y se ofrece el mismo tratamiento que el resto de tumores de mama. La cirugía se puede realizar en cualquier momento del embarazo, lo único que se tiene que tener en cuenta es la anestesia. En cambio, la quimioterapia se puede dar a partir del segundo trimestre. Durante el primer trimestre está contraindicada porque se están formando los órganos del bebé. El tratamiento hormonal, las terapias diana dirigidas contra tumores HER2 positivos, la inmunoterapia y la radioterapia están contraindicadas.
De las 67 mujeres con cáncer de mama atendidas a Vall d’Hebron que continuaron con el embarazo, 46 recibieron quimioterapia (69%) y 30 pasaron por quirófano (45%) durante su embarazo. “Por ahora, el riesgo más grande que tienen los bebés de madres que han recibido quimioterapia es un parto prematuro”, comenta la Dra. Silvia Arévalo, jefe de la Unidad de Medicina Fetal. “Intentamos que las mujeres lleguen a una edad gestacional tan avanzada como sea posible y después basura el seguimiento de los niños que han recibido quimioterapia”, añade.
En el caso de 14 pacientes tratadas en este programa, la primera maniobra del tratamiento fue la inducción al parto, un 21% de las 67 mujeres que decidieron seguir el embarazo. Todas estaban en un momento de gestación avanzado.