Un estudio del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) demuestra que al combinar fármacos ya utilizados con anterioridad pero que han dejado de ser eficaces, éstos se potencian entre sí y, a su vez, se consigue vencer las resistencias de cada uno de ellos por separado. Esta estrategia puede suponer un factor multiplicador de opciones terapéuticas sin precedentes.