- VHIO ha participado en este trabajo liderado desde el IRB, que ha descubierto la función de esta proteína y que ahora se publica en la revista Nature Cell Biology
- Este descubrimiento podría abrir camino para el desarrollo de nuevos tratamientos mejora de los pronósticos de las pacientes.
Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han colaborado con el investigador ICREA Roger Gomis, jefe del laboratorio de Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), en la identificación de un gen que está involucrado en el estadio latente asintomático de las metástasis del cáncer de mama. La primera autora del artículo es la ex estudiante de doctorado de “la Caixa” en el IRB Barcelona, Sylvia Gawrzak, actualmente investigadora postdoctoral en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Heidelberg, Alemania.
El trabajo se ha publicado en la revista Nature Cell Biology y en él han participado la Dra. Violeta Serra, investigadora principal del Grupo de Terapias Experimentales del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), y miembros de su grupo de investigación, también han participado el Dr. Joaquín Arribas, director del Programa de Investigación Preclínica, profesor ICREA y director científico de CIBERONC, el Dr. Javier Cortés, jefe de la Sección de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal e investigador asociado traslacional del VHIO, y la Dra. Cristina Saura, investigadora principal del Grupo de Cáncer de Mama y Melanoma, todos ellos del VHIO. Todos ellos han participado en la identificación de la proteína quinasa MSK1 como un regulador importante de las metástasis “durmientes”, o latentes, lo que ha servido para entender mejor a nivel molecular cómo la pérdida de expresión de determinados genes facilita la expansión de las lesiones metastásicas.
La investigación se centró en los tumores de mama del subtipo ER+, que son los más habituales, ya que representan el 70% de todos los cánceres de mama. El trabajo del equipo ha servido para identificar una proteína quinasa, la MSK1, como la principal reguladora del estado de latencia de las metástasis. Hasta ahora se había constatado que el tiempo que tardaban en producirse las metástasis variaba mucho de paciente en paciente, pero no se conocía el mecanismo que regulaba esta latencia.
Ahora, gracias a la investigación dirigida por el Dr. Roger Gomis, en colaboración con otros laboratorios del IRB Barcelona, junto con el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el Hospital Clínic de Barcelona y el Hospital del Mar, se ha confirmado en muestras clínicas que aquellos tumores de las pacientes con tumores ER+ que no expresaban la MSK1 se asociaban con una recaída más precoz que aquellas que sí expresaban dicha proteína. “Nuestra participación en este estudio ha servido para poder corroborar el comportamiento de este tipo de tumores en modelos experimentales PDX derivados de pacientes. Este modelo permite recrear el tumor humano en el ratón, donde hemos evidenciado que los tumores de mama ER+ que expresaban la proteína MSK1 progresaban más tardíamente”, expone la Dra. Violeta Serra.
Este descubrimiento podría servir para desarrollar en un futuro herramientas de diagnóstico que puedan identificar aquellas pacientes que presenten un mayor riesgo de recaída temprana y de esta forma, adecuarles el tratamiento. Otra de las posibles vías que se abren es desarrollar un tratamiento que mimetice la función de la quinasa MSK1 con el objetivo de mantener las lesiones metastásicas en estado de latencia –o “durmientes”– y asintomáticas el mayor tiempo posible.
El estudio ha recibido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad a través de fondos FEDER, la AGAUR de la Generalitat de Catalunya, la Fundación BBVA, la Worldwide Cancer Research y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), del cual forman parte investigadores de todos los centros participantes.
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Fuente: IRB
Identifican una proteína que mantiene dormidas las células metastásicas del cáncer de mama
- Un equipo de científicos liderado por Roger Gomis del IRB Barcelona da a conocer uno de los mecanismos que permite a las células metastásicas salir de la latencia.
El tiempo en que se producen las metástasis en el cáncer de mama (lesiones secundarias originadas a partir de células diseminadas del tumor original) varía mucho de paciente a paciente y se conocen poco los mecanismos que gobiernan la latencia (el estado durmiente de células ya esparcidas). Un trabajo liderado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) en el laboratorio dirigido por el investigador ICREA Roger Gomis, ha identificado genes involucrados en el estadio latente asintomático de las metástasis del cáncer de mama. El trabajo permite comprender a nivel molecular cómo la pérdida de expresión de determinados genes facilita la expansión de las lesiones metastásicas.
El equipo ha analizado el tipo más frecuente de tumor de mama, el estrógeno positivo (ER +) – que representa el 80% de los casos de tumores de mama – y que se caracteriza por un largo período de latencia con ausencia de síntomas. El trabajo se publica hoy en Nature Cell Biology.
MSK1, la proteína que mantiene las células tumorales “dormidas”
El equipo ha identificado la proteína quinasa MSK1 como un regulador importante de las metástasis durmientes o latentes. Los científicos han confirmado en muestras clínicas de tumores de pacientes, que los tumores de cáncer de mama ER+ que no expresan MSK1 se asocian a un riesgo de recurrencia más anticipado, mientras que aquellos que la expresan harán metástasis más tarde en el tiempo.
“En el laboratorio estamos interesados en comprender los mecanismos de metástasis y el componente tiempo de este proceso. Hasta ahora, los mecanismos que permitían a las células de cáncer de mama salir de la latencia eran poco conocidos en modelos preclínicos y menos en pacientes”, explica Roger Gomis, jefe del laboratorio de Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer.
Los investigadores apuntan a que en un futuro este descubrimiento podría favorecer a los pacientes en dos direcciones. En primer lugar, para identificar a aquellos con riesgo cercano en el tiempo de sufrir recaídas y ajustar el tratamiento según dicho pronóstico. Y en segundo lugar, se podría también intentar mimetizar la función de la quinasa MSK1 en un tratamiento, con el objetivo de mantener las lesiones metastásicas en estado de latencia y asintomáticas durante el máximo tiempo posible.
El trabajo publicado hoy se ha realizado en colaboración con el laboratorio de Salvador Aznar Benitah y Angel R. Nebreda, ambos del programa de Oncología del IRB Barcelona, y con los laboratorios de Violeta Serra, del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), Aleix Prat, del Hospital Clínic de Barcelona y Joan Albanell, del Hospital del Mar. La primera autora del artículo es la ex estudiante de doctorado de “la Caixa” en el IRB Barcelona, Sylvia Gawrzak, actualmente investigadora postdoctoral en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Heidelberg, Alemania.
El estudio ha recibido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad a través de fondos FEDER, la AGAUR de la Generalitat de Catalunya, la Fundación BBVA, la Worldwide Cancer Research y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), del cual el investigador Roger Gomis forma parte.
Artículo de referencia :
Sylwia Gawrzak, Lorenzo Rinaldi, Enrique J. Arenas, Fernando Salvador, Sara Gregorio, Federico Rojo, Ivan del Barco Barrantes, Juan Miguel Cejalvo, Marta Palafox, Marc Guiu, Antonio Berenguer-Llergo, Aikaterini Symeonidi, Jelena Urosevic, Anna Bellmunt, Daniela Kalafatovic, Anna Arnal-Estapé, Esther Fernández, Barbara Müllauer, Rianne Groeneveld, Konstantin Slobodnyuk, Camille Stephan-Otto Attolini,Cristina Saura, Joaquín Arribas, Javier Cortes, Ana Rovira, Montse Muñoz, Ana Lluch, Violeta Serra, Joan Albanell, Aleix Prat, Angel R. Nebreda, Salvador Aznar-Benitah & Roger R. Gomis
MSK1 regulates luminal cell differentiation and metastatic dormancy in breast cancer
Nature Cell Biology (2017) doi: 10.1038/s41556-017-0021-z