- Publicadas en la publicación insignia de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), Annals of Oncology, profesionales de referencia en este ámbito han elaborado unas recomendaciones esenciales para el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento del cáncer de esófago.
- Estas directrices, que aportan algoritmos para abordar la patología tanto locorregional como avanzada o metastásica, se basan en los datos científicos disponibles y la opinión conjunta de los autores.
- Se trata de unas recomendaciones de consenso, una herramienta fiable para orientar el proceso de toma de decisiones clínicas, reunidas por expertos del campo, incluida Maria Alsina del VHIO.
Publicadas en Annals of Oncology como artículo especial de acceso abierto(1), las recomendaciones de consenso, reunidas por un panel multidisciplinar de expertos de primera línea en nombre del Comité de directrices de la Sociedad Europea de Oncología Médica, abordan el diagnóstico clínico y patológico, la estadificación y la evaluación de riesgos, el tratamiento y el seguimiento de pacientes con cáncer de esófago que presentan patología locorregional y avanzada/metastásica.
Según las estimaciones(2), el cáncer de esófago ocupa el séptimo puesto en incidencia a escala global, con 604.000 nuevos casos diagnosticados en 2020. Es la sexta causa de mortalidad por cáncer más común, con una cifra estimada de muertes de 544.000 en 2020. Con un diagnóstico por lo general en fase tardía, los pacientes tienen un mal pronóstico y, a pesar de los avances en las estrategias de tratamiento específicas y combinatorias, sigue siendo un tipo de tumor difícil de tratar.
El cáncer de esófago (CE) presenta dos subtipos principales: el carcinoma de células escamosas de esófago (CEE) y el adenocarcinoma de esófago (ACE). Mientras que el primero corresponde a cerca del 90 % de todos los casos en el mundo, la incidencia del segundo está aumentando, especialmente en los países desarrollados, lo cual incluye también el adenocarcinoma de la unión gastroesofágica (AEG), un subtipo de tumor específico con características moleculares similares.
“Los datos recientes indican que están aumentando los casos de adenocarcinoma de esófago, especialmente en personas menores de cincuenta años que tienden a ser diagnosticadas en fases más avanzadas. Existe una necesidad urgente de detectar antes la enfermedad, optimizar las estrategias de tratamiento actuales y hacer llegar la promesa de la medicina de precisión a todos los pacientes con cáncer de esófago”, comenta la coautora Maria Alsina, investigadora clínica del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO, dirigido por Teresa Macarulla.
Teniendo en cuenta los factores de riesgo bien determinados del CE, incluidos el elevado consumo de alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso, la dieta y la patología de reflujo gastroesofágico, así como el esófago de Barrett, entre otros, los autores destacan que la evaluación multidisciplinar y la planificación antes del tratamiento deben tener en cuenta el estado nutricional, el peso y el estado físico de cada paciente.
En los cinco capítulos siguientes, los expertos revisan los criterios de clasificación actuales, los enfoques y estrategias de tratamiento y repasan brevemente los resultados aportados por los estudios clínicos recientes. Con el objetivo de orientar la toma de decisiones clínicas, los autores proporcionan recomendaciones para el tratamiento óptimo y la gestión multidisciplinar del CE extirpable temprano localmente avanzado y el CE avanzado/metastásico, teniendo en cuenta para cada uno de ellos las características moleculares y patológicas clínicas de los distintos subgrupos.
El último apartado, en el que se aborda el controvertido tema del control tras un tratamiento exitoso de los cánceres de esófago y AEG, trata del seguimiento, las implicaciones a largo plazo y la supervivencia. Como se destaca en dicho capítulo, la mayor parte de los supervivientes de cáncer de esófago sufren una recidiva de la enfermedad en el plazo de dos años tras el tratamiento local, aunque se ha constatado una recurrencia potencialmente tratable en pacientes cinco años después del tratamiento.
Las recomendaciones de los autores acerca del seguimiento defienden la importancia de una vigilancia estrecha para optimizar el control de los síntomas, proporcionando apoyo psicosocial, así como por medio de la posible detección antes de la recurrencia de la enfermedad en el caso de los supervivientes de largo plazo.
Estas Directrices de práctica clínica actualizadas de la ESMO se han desarrollado a partir de los datos científicos disponibles más recientes y la opinión experta común de los coautores. Para acceder a este artículo especial, haga clic aquí.
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Bibliografía:
- Obermannová, R.; Alsina, M.; Cervantes, A.; Leong, T.; Lordick, F.; Nilsson, M.; van Grieken, N. C. T.; Vogel, A.; Smyth, E. C.; en nombre del Comité de directrices de la ESMO. Oesophageal cancer: ESMO Clinical Practice Guideline for diagnosis, treatment and follow-up†, Annals of Oncology (2022), doi: https://doi.org/10.1016/j.annonc.2022.07.003.
- Sung, H.; Ferlay, J.; Siegel, R. L.; Laversanne, M.; Soerjomataram, I.; Jemal, A.; Bray, F. Global Cancer Statistics 2020: GLOBOCAN Estimates of Incidence and Mortality Worldwide for 36 Cancers in 185 Countries. CA Cancer J Clin. Mayo de 2021;71(3):209-249.