La 5ª edición del “Pañuelo Solidario” impulsa la investigación contra el cáncer de la mujer y ofrece recursos para acompañar emocionalmente a las pacientes con cáncer de mama

Pañuelo solidario
  • Los beneficios se destinan a los proyectos de dos jóvenes investigadoras del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO)
  • El cáncer de mama es el más diagnosticado en mujeres: 34.750 mujeres serán diagnosticadas de un cáncer de mama en el Estado y cerca de 12.000 de un tumor ginecológico este 2022
  • La combinación de una detección temprana con terapias eficaces basadas en la cirugía, radioterapia y farmacoterapia mejora la supervivencia
  • Judit Mascó apadrina el pañuelo que distribuye Natura a través de sus tiendas y online

Se estima que durante este año 34.750 mujeres serán diagnosticadas de un cáncer de pecho en el Estado. Y cerca de 12.000, sufrirán un cáncer ginecológico (3.600, de ovario; 2.480, de cérvix, y 6.773 de útero). Son los cuatro tumores que dibujan el cáncer de la mujer. Si miramos el vaso medio lleno, en los últimos años, se ha dado un paso de gigante en el tratamiento del cáncer. Para poner un ejemplo, entre 1980 y 2020, en los países desarrollados, la mortalidad por cáncer de mama se ha reducido un 40%. La mejora de estos resultados es fruto de la combinación de una detección temprana con terapias eficaces basadas en la cirugía, la radioterapia y la farmacoterapia. Para continuar avanzando en la investigación y acompañar las mujeres que reciben un diagnóstico de cáncer, Vall d’Hebron, de la mano de Natura, presenta la 5ª edición de la campaña “Pañuelo Solidario”, coincidiendo con la antesala del Día Mundial del Cáncer de Mama.

La iniciativa está apadrinada desde la primera edición por la modelo, presentadora de televisión y presidenta de la Fundación Ared, Judit Mascó. En cada edición, la artista Clàudia Valsells reinventa el diseño del pañuelo, esta vez en talla XXL, unisex y versátil. El total de los beneficios de su venta, en las tiendas Natura y online, se destina a apoyar a la investigación en cáncer de la mujer: financia a dos investigadoras predoctorales del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

En la actualidad, el tratamiento de un cáncer de mama puede ser muy eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90% o más altas, sobre todo, cuando la enfermedad se detecta en estadios iniciales. Es por eso que la Dra. Cristina Saura, jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitari Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Cáncer de Mama del VHIO, hace un llamamiento para que las mujeres asistan a las citas ginecológicas y que no tengan miedo de consultar a un profesional si notan algún cambio de forma en la mama, color, dolor o secreciones.

Avances en el laboratorio

“En solo cinco años, el pañuelo solidario se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el cáncer y permite que se continúe haciendo investigación para encontrar respuestas”, destaca el Dr. Antonio Gil, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Universitari Vall d’Hebron y jefe del Grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del VHIR. En este tiempo, la línea de investigación en la que trabaja Carina Masferrer, la investigadora predoctoral becada del Grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del VHIR, ha hecho avances en nuevas estrategias terapéuticas para el tratamiento del cáncer de endometrio y cáncer de ovario. Después de confirmarse la efectividad de la molécula ABTL0812 para tratar el cáncer de endometrio, la investigación descartó que el fármaco potenciara el sistema inmune en pacientes que presentan subtipos agresivos. En cambio, se vio que sí que funcionaba para cáncer de páncreas. Por otro lado, se ha abierto una línea de investigación para buscar terapias dirigidas contra la metástasis del cáncer de ovario. Además, se ha creado una plataforma de experimentación con modelos in vitro de una decena de tumores diferentes. “Trabajar en el recinto hospitalario nos permite investigar con muestras de pacientes”, reconoce Carina Masferrer. “Los organoides –estructuras que imitan los órganos creadas en el laboratorio para investigar–, tienen la ventaja respeto a modelos animales que nos permiten mirar las características intrínsecas del tumor y probar diferentes terapias hasta encontrar la más adecuada”, dice.

Acompañar emocionalmente a las mujeres con cáncer de mama

La Dra. Cristina Saura, que acompaña a muchas mujeres desde el momento del diagnóstico, no pasa por alto el tsunami emocional que viven las pacientes desde que se les informa de la enfermedad. Una de las líneas de investigación financiadas con el pañuelo solidario ayuda a ofrecer un acompañamiento psicológico, tratar la ansiedad y el malestar emocional desde el momento de la noticia, durante el tratamiento y dar herramientas a las pacientes que se han recuperado para reincorporarse en su vida, tanto en el ámbito laboral como personal. Se trata del proyecto STEPS (Apoyo Terapéutico para Supervivientes). La investigadora es Alejandra Cano, psicooncóloga del Grupo de Cáncer de Mama del VHIO. Ella misma explica que tienen identificadas tres fases a lo largo de la enfermedad que requieren una atención especial. La primera, el momento del diagnóstico. La segunda, al acabar el tratamiento, cuando la paciente recupera su vida y se da por finalizada la enfermedad socialmente. Y la tercera son mujeres que han hecho metástasis y tienen que convivir con la enfermedad, tienen afectaciones en otras partes del cuerpo y los sentimientos y las preocupaciones son otras.

Con la idea inicial de ofrecer una atención psicológica más amplia, Alejandra Cano explica que indagó en la literatura científica sobre qué tipo de terapia tenía más resultados. Y adaptó un protocolo de intervención para la segunda fase en Vall d’Hebron. El primer grupo de mujeres con las que se trabajan herramientas para hacer frente en su reincorporación en la vida después de un tratamiento, tanto en el ámbito personal como profesional, se puso en marcha en enero de 2021. Desde entonces, más de 100 mujeres han participado en estas terapias. La psicooncóloga trabaja con grupos de máximo ocho pacientes que se encuentran virtualmente dos horas cada semana durante tres meses. Al acabar, hace un seguimiento durante tres meses más. “La media de edad es de 50 años, muchas mujeres tienen niños a cargo, algunas se conectan con sus bebés, de forma que el formato virtual facilita la conciliación”, explica Alejandra Cano. Las mujeres de este grupo nos llegan por derivación interna. “A veces, nos encontramos pacientes que han acabado el tratamiento y su entorno, amigos y familiares, dan por finalizada la enfermedad, pero ellas anímicamente no se encuentran recuperadas; entonces, las podemos derivar a este grupo”, explica la Dra. Cristina Saura. “Estas pacientes pueden llegar al acabar el tratamiento o dos años después”, matiza Alejandra Cano. “Se sienten diferentes, más inestables anímicamente, que no tienen el control de su vida como antes de la enfermedad, pueden tener ansiedad, problemas para coger el sueño, tristeza, nostalgia del pasado… a todas ellas les damos herramientas y les va bien compartir su experiencia con personas que han pasado por el mismo proceso”, comenta. “Les ayudamos a encarar la experiencia como un proceso de crecimiento personal, a no avergonzarse para sentirse diferente, a escucharse e integrar su nueva realidad en su vida”, añade.

Después del éxito de este primer taller, el pasado mes de febrero, arrancó otro grupo de terapia con mujeres que acaban de recibir el impacto del diagnóstico. Son talleres online de dos horas una vez por semana durante un mes. “En este caso, llegan a través de información que dejamos en la sala de espera y, más que un grupo de terapia, ofrecemos una intervención psicoterapéutica en la que trabajamos estrategias concretas para controlar la ansiedad y el estrés. Son estrategias con evidencia científica, adaptadas a Vall d’Hebron”, explica resumidamente la psicooncóloga. Finalmente, se trabaja ya para poner en marcha en 2023 grupos de terapia con mujeres con cáncer avanzado, que requieren otras necesidades.

Judit Mascó anima a colaborar en la investigación de una enfermedad que “nos afecta más o menos a todo el mundo”. “Con un gesto sencillo, podemos ayudar y sentirnos parte de los avances en la investigación del cáncer que afecta a las mujeres”, destaca. De los cinco años de vida de este proyecto se queda con las historias de las pacientes con las que ha compartido la campaña. “Ellas han sido y son el motor del ‘Pañuelo Solidario’. Y con algunas, ya recuperadas y con una energía y espíritu deportista que da miedo, mantenemos la amistad, confesa.

Para ayudar a que estos proyectos continúen adelante, se puede comprar el pañuelo solidario en las tiendas Natura o hacer un donativo en la página web www.mocadorsolidari.com o www.pañuelosolidario.com. Si en la última edición se pensó en un diseño que pudieran lucir los hombres, Clàudia Valsells, explica que este año ha apostado por una paleta de colores contemporánea para que guste a las mujeres jóvenes. “Me haría ilusión que lo lucieran chicas muy jóvenes, mujeres mayores y también los hombres”, confesa. “Hay una clara intención para que los nuevos colores sean una inyección de energía para todos y todas”, dice.

Sergio Durany, fundador de Natura, anima a comprar “un pañuelo, que es un fondo de armario, se puede utilizar de foulard, de pareo y, encima, es solidario”. “Nos sentimos enormemente agradecidos de poner nuestro grano de arena en la investigación contra el cáncer de la mujer”, concluye.

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